Marta Barjola
La Ley de dependencia existe en España desde 2006; desde entonces, no ha dejado de elevarse el porcentaje de población que se encuentra en esta situación y los estudios más recientes estiman que la tasa de dependencia podría situarse en torno al 50-53%, tomando en cuenta tanto a personas mayores de 65 años como a menores dependientes, lo que representa un gran desafío para la sociedad española.
Esta realidad explica por qué los seguros de dependencia son cada vez más demandados como una forma eficaz de garantizar una protección económica y tranquilidad de los asegurados y sus familias. En esta guía, espero resolver todas las dudas y que puedas tener la información más completa de cara a que puedas contratar un seguro de dependencia y así proteger tu independencia.

Temas que se tratan en esta publicación:
- 1 ¿Qué cubre un seguro de vida para la dependencia?
- 2 ¿Quién puede contratar un seguro de vida para la dependencia?
- 3 ¿A qué edad es rentable contratar un seguro de vida para la dependencia?
- 4 ¿Cómo calcular qué dinero necesitaré en una situación de dependencia?
- 5 Ventajas y bonificaciones fiscales de los seguros para la dependencia
- 6 ¿Es compatible un plan de pensiones con un seguro de vida para la dependencia?
¿Qué cubre un seguro de vida para la dependencia?
Las pólizas para la dependencia son seguros específicos y exclusivos, no pueden englobarse dentro de los seguros multirriesgo como los del hogar u otros; por el contrario, surgen y se diseñan para dar una respuesta concreta a una situación determinada: la dependencia causada por cualquier razón. Por tanto, es ese riesgo —al que todos estamos expuestos-— el que queda cubierto con uno de estos seguros.
Un seguro de vida para la dependencia consta de dos coberturas esenciales, únicas y obligatorias, que generalmente se refieren a dos situaciones muy específicas y descritas por ley: gran dependencia y dependencia severa. La siguiente duda lógica es preguntarse qué se entiende por dependencia.
La legislación española es clarificadora al respecto y define las situaciones de dependencia para que no queden dudas:
“Estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal”.
Los seguros de dependencia están entre las pólizas más sencillas y transparentes, mucho más fáciles de comprender y valorar incluso que un seguro de coche. Esta póliza funciona en un solo sentido y con términos perfectamente delimitados: garantiza al titular el cobro de un capital –el previsto en el contrato- cuando este sufre una situación de dependencia, reconocida oficialmente.
Contratar un seguro de dependencia permite cubrir el futuro de la persona que lo contara al garantizarle recursos económicos para afrontar una situación de dependencia y sus duras consecuencias, pero también es tranquilidad e independencia para sus familiares –hijos y cónyuges principalmente- que viven el día a día, sabiendo que en caso de necesidad, la dependencia de su familiar está garantizada económicamente.
Estos seguros garantizan el pago de un capital o de una renta vitalicia que permite al beneficiario afrontar los gastos adicionales que supone estar en una situación de dependencia, como cuidados, equipamiento adaptado, tratamientos médicos o rehabilitación, o incluso cubrir gastos domésticos corrientes. Estos seguros son una herramienta que proporcionará independencia económica y tranquilidad tanto ti como a tus familiares más cercanos
La dependencia se relaciona directamente con la longevidad, pero también con diferentes patologías, discapacidades y otras causas. Es imposible saber si tendrás que afrontar una situación de dependencia en tu vida, pero lo que es seguro es que, si prefieres tener ese riesgo cubierto y una solución infalible a la circunstancia, el seguro de vida dependencia es la respuesta.
¿Quién puede contratar un seguro de vida para la dependencia?
Conocida la elevada incidencia porcentual de la dependencia en la población general, las aseguradoras facilitan que cualquier persona sea titular de un seguro de dependencia. Es un seguro dirigido a toda la población, puesto que el riesgo de sufrir dependencia afecta igualmente a hombres, mujeres, solteros, personas que viven en familias… No hay factores que limiten el acceso a un seguro de dependencia.
No es posible predecir quién va a sufrir una situación de dependencia, tampoco cuándo y cuánto va a durar; por todo ello, cualquier persona encuentra en un seguro de dependencia una respuesta certera y segura para cubrir esta posibilidad. Todos los interesados en preservar su independencia –calidad de vida y estatus económico- y su futuro son perfectos titulares de un seguro de dependencia.
Los clientes que tienen seguros de dependencia siempre comentan sobre la tranquilidad que les da esta póliza, y es que, al final, todos queremos lo mismo: garantizarnos un futuro, a pesar de que tengamos que afrontar situaciones de pérdida de independencia personal, derivadas o no de la edad.
El capital que se garantiza en un seguro de dependencia es necesario no solo para afrontar los gastos derivados y extras que surgen a raíz de la dependencia, sino también para poder seguir afrontando gastos corrientes y fijos como hipotecas, recibos de suministros y cualquier gasto de la economía doméstica… Gastos corrientes que toda persona tiene en mayor o menor medida y que en una situación de dependencia se pueden convertir en graves problemas.
¿A qué edad es rentable contratar un seguro de vida para la dependencia?
Entre los 18 y los 75 años, por lo general, puedes contratar un seguro de vida dependencia. Es una horquilla muy amplia, pero adecuada porque se trata de cubrir un riesgo que puede presentarse en cualquier momento de la vida. Sin embargo, es evidente que el riesgo aumenta con la edad desde un punto de vista objetivo y estadístico, por lo que merece la pena echar cuentas.
Las aseguradas deben valorar el riesgo de cada una de sus pólizas para poder calcular una prima adecuada para cada uno de sus asegurados. En el caso de los seguros de dependencia, la edad y el estado de salud son determinantes, pero es importante tener en cuenta algunos detalles para poder calcular a qué edad te interesa más contratar este seguro que, como norma general, se renueva anualmente.
- A mayor edad en el momento de la contratación del titular, mayor riesgo y, por lo tanto, prima más elevada. Merece la pena valorarlo a edades tempranas.
- Los periodos de carencia en los seguros de vida y en concreto, en el de dependencia, existen para algunas causas, por lo que es importante contar con un buen margen –al menos, cinco años- para que la dependencia no se presente, cuando el seguro aún no pueda usarse por estar en periodo de carencia. Por ejemplo, si esperas a cumplir 60 años y la carencia para dependencia por enfermedad mental, es de 3 años, el riesgo es elevado y puede que tu seguro no llegue a tiempo.
No hay nada que pueda garantizarte o apartarte de sufrir una situación de dependencia personal; de hecho, ya hemos incidido, en que la edad es un factor determinante y los expertos confirman que el aumento de la longevidad explica directamente el incremento en el número de personas dependientes en España y en todo el mundo. Sin embargo, los médicos confirman que la dependencia puede presentarse de improviso y nunca llega en un buen momento. Además, independientemente de la causa que nos lleve a un estado de dependencia, si no recibimos una correcta atención o rehabilitación, el avance de nuestro deterioro puede ser muy rápido.
¿Cómo calcular qué dinero necesitaré en una situación de dependencia?
Los mejores seguros de dependencia permiten al titular elegir qué cantidad quiere garantizar en su póliza. Es, por tanto, responsabilidad y trabajo del asegurado hacer este cálculo. Todas las aseguradoras proponen un margen que suele estar entre los 50.000 y los 750.000 euros si es como capital y entre 500 y 2.500€ al mes si es en modo renta.
Para calcular qué cantidad de dinero deberías asegurar para contar con una buena garantía para afrontar un escenario de dependencia, hay que tener en cuenta factores personales y particulares, se recomienda dar respuesta a algunas cuestiones como:
- ¿Qué parte de los cuidados estarías dispuesto a cubrir por ti mismo?
- ¿Con qué patrimonio cuentas para poder afrontar gastos extraordinarios sin dejar de atender también tus obligaciones como hipotecas o recibos?
- ¿Dónde quieres recibir la asistencia necesaria para la dependencia?
- ¿Vives en una gran ciudad o en un entorno rural?
- ¿Estás dispuesto o puedes gastar tus ahorros en este tipo de situaciones?
- ¿Qué personas dependen de ti económicamente o hay familiares que podrían afrontar darte apoyo económico en caso de dependencia?
Es evidente que nunca el capital garantizado para la dependencia será excesivo, pero también debes recordar que siempre es mejor algo que nada, cuando se presentan este tipo de dificultades.
A nuestros clientes siempre les aconsejamos y les ayudamos a calcular las necesidades y preferencias personales, porque en función del capital y las coberturas que elijamos, cambiará el precio del seguro. Es necesario que todo esto se alinee y así puedas mantener con el nivel de vida que llevas ahora o que esperas en el futuro.
Para que te puedas hacer una idea aproximada de cómo se relaciona la prima con el capital garantizado: el pago mínimo que permiten las mejores aseguradoras son 60 euros de prima anual, pero para eso tienes que cumplir con un perfil específico, edad inferior a los 55 años y perfecto estado de salud, por ejemplo, para contar con 50.000 euros.
Un ejemplo rápido de capital o de renta es calcular la peor situación, por ejemplo, tener una gran dependencia a los 55 años por una enfermedad grave, como por ejemplo un ICTUS. El coste de una persona que tengamos que contratar para estar con nosotros, implica una persona interna, con un coste aproximado de 25.000€ al año. Si vamos a estar 20 años en esa situación, el importe económico tiene que ser superior a 500.000€ o por lo menos, una renta de 2.500€ al mes.
Ventajas y bonificaciones fiscales de los seguros para la dependencia
Motivaciones personales aparte, contratar un seguro de vida para la dependencia te garantiza, además, que puedas tener una ventaja fiscal importante y la verdad es que compensa. Este motivo es una de las razones principales razones para elegir esta forma de protección de tu futuro frente a otras.
Durante todo el periodo de validez del seguro de vida dependencia y con el pago de las primas previstas el titular que debe ser además, asegurado y beneficiario de la póliza tiene derecho a una reducción de la base imponible en el IRPF hasta el límite máximo del 30 % de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas.
La ventaja fiscal de las aportaciones en seguros de salud tiene un límite máximo anual de 8.000 euros que es conjunto para este producto, los planes de pensiones, PPA, PPSE o mutualidades de previsión social. Es decir, en caso de que hagas más aportaciones a otros productos incluidos en este tipo de bonificación, no solo al seguro de dependencia, también suman y nunca podrás desgravarte más de 8.000 euros cada año en total.
¿Es compatible un plan de pensiones con un seguro de vida para la dependencia?
Si, son totalmente compatibles y complementarios a los planes de pensiones y los seguros de vida para la dependencia. Se convierten en los mejores instrumentos para garantizar un futuro protegido y con recursos financieros suficientes para mantener tu calidad de vida y estatus económico.
Los planes de pensiones completan y mejoran la pensión en el momento de la jubilación, mientras que el seguro de dependencia se encarga de cubrir un riesgo que puede presentarse antes o después de la propia retirada del mundo laboral. Aunque ambas son herramientas para la prevención y se relacionan con la tercera edad, se trata de dos productos distintos que pueden ser complementarios, pero que siempre son independientes y en ningún caso uno anula la función de otros.
Tanto la dependencia como la jubilación suponen una reducción drástica en los ingresos de la persona afectada y, en ese sentido, planes de pensiones y seguros de dependencia tienen como misión principal salvar la calidad de vida y mejorar la capacidad económica del titular. Es una característica que comparten junto con las bonificaciones fiscales, pero que no les hace en ningún caso incompatibles.