Marta Barjola
Actualizado el 14/11/2023 a las 13:30
Infección en la articulación, daño en cartílago y nervios… Los efectos secundarios de un tratamiento prolongado con cortisona pueden ser severos y numerosos, pero el control médico y la observación estricta de sus consejos evitan en gran medida que aparezcan o sean persistentes o graves.
Los tratamientos con cortisona y otros corticoides tienen como finalidad evitar la inflamación y con ella el dolor. Sin embargo, como ocurre con cualquier tratamiento farmacológico, están descritos efectos secundarios que son numerosos y de muy diverso grado. ¿Qué riesgos corres si vas a recibir algún tipo de tratamiento con estas sustancias? Te detallamos con información fiable y fuentes oficiales las consecuencias que se apuntan como más comunes en estos tratamientos.
Antes de pasar a enumerarte el catálogo reconocido de efectos secundarios posibles para tratamientos con cortisona, especialmente cuando se administran a través de una inyección, hay que insistir y recordar que la prescripción médica es el mejor salvoconducto para que un tratamiento con cortisona u otros corticoides sea seguro.
Temas que se tratan en esta publicación:
- 1 Principales efectos secundarios de un tratamiento inyectado de cortisona
- 2 ¿Por qué aparecen efectos secundarios, cuando se siguen tratamientos con cortisona?
- 3 ¿Es posible minimizar los riesgos de sufrir efectos secundarios en tratamientos con cortisona?
- 4 Usos habituales de las inyecciones de cortisona
Principales efectos secundarios de un tratamiento inyectado de cortisona
- Daño en el cartílago y/o en los nervios de la zona tratada.
- Infección en la articulación
- Daño en los nervios
- Enrojecimiento facial temporal
- Intensificación temporal del dolor e inflamación en la articulación
- Subida de los valores de azúcar en sangre de forma temporal
- Debilitamiento y posible rotura del tendón
- Pérdida del hueso cercano, procesos de osteoporosis.
- En el lugar en el que se inyecta la hormona: pueden desaparecer zonas de epidermis y de otras partes blandas.
- La zona del pinchazo es posible que se aclare y se muestre visiblemente más blanca.
La comunidad médica apunta este conjunto de efectos secundarios y admite que es posible que alguno o varios de ellos puedan aparecer durante un tratamiento de inyecciones de cortisona, aunque confirman que no todos son igual de probables ni en todos los casos. Es importante atender a los detalles y saber también de qué puede depender que estas adversidades se presenten o no y en qué grado.
¿Por qué aparecen efectos secundarios, cuando se siguen tratamientos con cortisona?
Lo primero es que tengas muy claro que los efectos secundarios no siempre aparecen. El médico encargado del tratamiento evitará a toda costa que este tipo de reacciones adversas se presenten y de hacerlo, sean de la forma más leve y menos riesgosa que sea posible en cada caso. Es el médico el que debe sopesar pros y contras.
La cortisona es una hormona de tipo de corticoides con efectos esencialmente antiinflamatorios. No se trata de un analgésico, no es el tipo de medicamento que quita el dolor. Consiguen reducir los dolores porque evitan que la inflamación aparezca o se intensifique. Se administra, bajo prescripción médica, para tratar diferentes dolencias.
Para entender los posibles efectos secundarios de corticoides como la cortisona hay que entender cómo actúan para inhibir el dolor y evitar que una articulación se inflame: el efecto exacto de la sustancia es suprimir el sistema inmunitario, es decir, funciona como un inmunodepresor.
La administración de inmunodepresores evita que el cuerpo responda con dolor e inflamación, sin embargo, este parón en el sistema inmunitario puede llegar a tender consecuencias en otros órganos o sistemas dada su importancia y por tanto, desencadenar los efectos secundarios adversos descritos.
Los efectos potenciales adversos de la cortisona son en muchos casos temporales y reversibles y se pueden controlar de forma sencilla.
¿Es posible minimizar los riesgos de sufrir efectos secundarios en tratamientos con cortisona?
Los tratamientos de cortisona deben estar pautados, controlados y dirigidos por un profesional médico. De esta forma, la aparición de consecuencias adversas siempre se minimiza y en caso de que aparezcan, siempre es posible frenarlas a tiempo suspendiendo o alterando el tratamiento.
Un tratamiento farmacológico, como pueden ser las inyecciones de cortisona debe diseñarse y prescribirse de forma totalmente exclusiva y personal para cada paciente, incluso cuando las dolencias o patologías que se van a tratar sean iguales o semejantes.
Las peculiaridades de cada persona y su estado de salud son esenciales para marcar la pauta y hacen que cada tratamiento como cada paciente sea distinto.
El tiempo es clave en el caso de la cortisona. Está demostrado que los tratamientos prolongados en el tiempo son más susceptibles de tener efectos secundarios no deseados en el paciente.
- Los tratamientos temporales, a corto plazo y puntuales con cortisona no suelen revestir efectos secundarios. La probabilidad de que aparezcan complicaciones es mucho más remota, como demuestra la experiencia médica.
- Para conseguir los mejores resultados y evitar que aparezcan potenciales efectos secundarios severos es importante el control de la dosis y el tiempo de administración.
- Los tratamientos con cortisona exigen de un control riguroso y periódico para evitar la aparición de efectos secundarios y valorar el efecto positivo que están generando frente a las posibles complicaciones.
- En el tratamiento de enfermedades graves la cortisona suele pautarse como tratamiento a largo plazo, llegando a ser crónico en algunos pacientes. Son en estos escenarios en los que los efectos secundarios son más previsibles y esperados.
Usos habituales de las inyecciones de cortisona
Los efectos secundarios no impiden que la cortisona sea un tratamiento habitual de probada eficacia en muchas especialidades médicas tanto graves como leves. Desde médicos de cabecera hasta reumatólogos o dermatólogos y traumatólogos, entre otros; pautan a sus pacientes cortisona para mejorar dolores, patologías e incluso, curar enfermedades.
Enfermedades leves: son muy eficientes en el tratamiento de inflamaciones localizadas en áreas pequeñas, casos como la bursitis o tendinitis.
Las inflamaciones de la piel también suelen tratarse con cortisona de forma segura y eficaz. Es habitual en el caso de alergias, irritaciones o picaduras que se calman con la aplicación de pomadas o cremas con alto contenido en cortisona.
Patologías graves como la enfermedad de Addison, , espondilosis, endocarditis, reumatismo psoriásico o lupus eritematoso son de forma habitual tratadas con corticoides para controlar las graves inflamaciones de órganos vitales que muchas de ellas suponen.
El alivio del dolor con inyecciones de cortisona puede ser un tratamiento válido para varios meses siempre que se usen de forma correcta. Aunque no debes quedarte con dudas nunca sobre posibles reacciones adversas o efectos secundarios –es tu médico de confianza el que debe informarte y resolver todas tus preguntas-, está comprobado que con un control médico preciso la cortisona es una alternativa segura.
La decisión médica sobre un tratamiento siempre será meditada y cotejada, conociendo por supuesto el paciente los posibles efectos secundarios que potencialmente puedan surgir y que en el caso de la cortisona son más probables en caso de enfermedades graves y tratamientos prolongados en el tiempo.
