Jose Romero
El balance de una empresa es una tarea contable que debe realizarse con puntualidad y de forma completa para mantener una gestión segura y eficiente. Hay dos conceptos contables esenciales en este capítulo: activos y pasivos que hay que contabilizar para conocer el estado financiero de una compañía.
Los bienes de una empresa se incluyen dentro de los activos, pero no son los únicos que hay que sumar para hacer balance, los pasivos también importan. Hay diferentes tipos de activos y también de pasivos, descubre a qué se refieren estos conceptos con definiciones sencilla y ejemplos prácticos.
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¿Qué son los bienes de una empresa?
Es fácil deducir que los bienes de una empresa son su maquinaria, su materia prima, sus ingresos o capital, sus trabajadores, incluso…; pero qué ocurre con otros conceptos como las deudas o las obligaciones; lo cierto es que también cuentan al calcular el patrimonio total de la compañía.
En materia contable no solo se tienen en cuenta los bienes en el concepto amplio y domésticos del término. Éstos sólo son parte de los activos de una empresa, cuando se trata de hacer balance y conocer el estado financiero de una compañía es necesario hacer un análisis completo lo que incluye muchos más.
¿Para qué calculamos el activo y el pasivo en el balance de una empresa?
Si no se conoce el activo y el pasivo contable de una empresa, no es posible conocer con exactitud y certeza su estado financiero. Tanto para tomar decisiones internas como externas, incluso si se trata de comprar una corporación, el balance contable con activos y pasivos es imprescindible.
El estado de las cuentas y, por tanto, la salud económica de cualquier empresa viene determinado por su balance contable que compara activos y pasivos para determinar la situación real.
El patrimonio está compuesto por activos y pasivos, pero además dentro de cada uno de estos tipos hay diferentes clasificaciones para englobar toda clase de bien, deuda u obligación.
¿Qué es el activo?
El activo de bienes que tiene una empresa, pero en un sentido amplio y completo. No sólo son tangibles como el dinero o una mercancía, también son otros recursos con los que cuenta la empresa y que de una u otra manera, en menor o mayor plazo, reportarán beneficios.
Activo fijo
El activo fijo también recibe el nombre de no corriente. En este grupo se incluye bienes y derechos que se han adquirido por la empresa con el objeto de que permanezcan, al menos, un año en ella. Es decir, los activos fijos no se compran con intención de venta, no al menos, en un corto plazo.
En el caso de los activos no corrientes se incluyen todo tipo de productos o elementos que se adquieren como bienes permanentes para ser usados por la propia entidad o por sus clientes.
Activo circulante
El activo circulante o corriente se caracteriza por su movilidad: no permanece por mucho tiempo en la compañía, sino que tiene por objeto ser vendido o usado en menos de un año. En este capítulo se incluyen también elementos intangibles y el propio dinero del que dispone la entidad. Este tipo de bienes son siempre de carácter transitorio y pueden convertirse en dinero de forma rápida –en menos de doce meses-.
Ejemplos de activos de una empresa
Activos fijos
- Maquinaria
- Transporte
- Inmuebles
- Herramientas
- Equipos tecnológicos: software y/o hardware.
- Inversiones amortizables.
Activos fijos diferidos
No hay que olvidar que muchas empresas cuentan también con activos fijos diferidos a terceros. Es el caso de los gastos pagados por anticipado, a cambio de recibir un servicio tanto en un único ejercicio como en varios.
El saldo de las cuentas del activo diferido está constituido por gastos pagados por anticipado, sobre los cuales se tiene el derecho a recibir un servicio aprovechable, tanto en el mismo ejercicio como en posteriores. EL activo diferido está formado por
Activos circulantes
- Materia prima
- Existencias
- Mercancía
- Dinero: caja y entidades financieras.
- Productos financieros de corto plazo.
- Pagarés
- Cuentas y facturas a cobrar.
¿Qué es el pasivo?
El pasivo de una empresa hace referencia principalmente a su endeudamiento, en este concepto hay que contabilizar las obligaciones financieras suscritas por la compañía. Representa lo que se debe a terceras personas, empresas o entidades; lo que incluye bancos, proveedores o clientes, entre otros.
Para una mejor organización el pasivo puede clasificarse como fijo o circulante atendiendo a si las deudas vencen a corto plazo –menos de un año- o si por el contrario, son a largo plazo –más de un año-. Las primeras se consideran pasivo circulante y las segundas, fijo.
No hay que olvidar contabilizar también como pasivo diferido los servicios que ya se han cobrado a los clientes, pero aún no se han prestado: deudas de servicios. Así como, cualquier otro tipo de pago recibido por anticipado.
Ejemplo de pasivos de una empresa
- Cuentas y facturas a pagar a proveedores
- Pagos a acreedores
- Pagarés firmados a terceros
- Obligaciones emitidas.
- Préstamos a largo plazo.
- Hipotecas
¿Qué diferencia hay entre el activo y el pasivo en una empresa?
Para resumir, el activo son los recursos con los que cuenta una empresa, mientras que el pasivo se refiere a la deuda que tiene adquirida de una u otra manera.
Activo y pasivo son necesarios para el balance contable que da información muy valiosa a cualquier empresa para saber cuál es su estado: ¿necesitas invertir? ¿tienes activos? ¿está saneada la tesorería?, pero también a sus posibles acreedores, socios o proveedores, por ejemplo.
Una lectura profesional del balance de tu empresa te permite saber si el equilibrio es el adecuado entre activos y pasivos, ten en cuenta que a corto plazo cuentas con los activos para hacer frente a los pasivos. Cuando no hay un balance positivo es habitual hablar de crisis financiera en la empresa.
La situación más deseable es que los activos siempre sean menores que los activos, cuantas menos deudas tenga una compañía, mejor será como norma general su situación.
