Marta Barjola
Actualizado el 14/11/2023 a las 14:49
El impacto emocional no es la única factura que hay que pagar, cuando se enfrenta la muerte de un ser querido, lamentablemente además del duelo, la muerte desencadena una serie de protocolos administrativos gestiones y un importante gasto económico que supera de media los 3.000 euros, pero que puede llegar a los 6.000 y sobrepasarlos, si hay que sumar traslados u otros detalles. Es por ello que conocer cuanto cuesta un entierro va a depender de algunos detalles que vamos a ver en profundidad.
Los gastos que genera un entierro son elevados y son el caso más evidente de gasto imprevisto que se presenta en el peor momento. Si el fallecido cuenta con un seguro que cubra este gasto, la situación es mucho más fácil porque la familia no tiene que preocuparse por el tema económico y además, recibe una importante ayuda y apoyo profesional para afrontar la situación.
Si te inquieta pensar cuánto cuesta un entierro o en mitad de un duelo tienes que empezar a echar cuentas, te ayudamos con toda la información y resolviendo tus dudas sobre el nivel de gastos, qué los eleva o en qué partidas es posible ahorrar, cuando no se tiene un seguro de decesos que se encarga tanto de lo esencial como del apoyo a la familia en todo lo referente al duelo.
Temas que se tratan en esta publicación:
¿Qué gastos desencadena un entierro?
Cuando nunca se ha tenido que preparar un sepelio, se ignora la cantidad de trabajo, gastos y gestiones que exige. Mucho más allá de lo que es el entierro en sí, es necesario afrontar gastos de traslado, preparación del féretro, incineración o entierro… Hay que tener en cuenta que, según las circunstancias y el tipo de funeral que se prefiera, pueden surgir otras necesidades y gastos.
Como partidas básicas para un entierro, las empresas funerarias consideran:
- Féretro: ataúd
- Recogida y traslado del cuerpo
- Coche fúnebre
- Tramitación de la documentación esencial
- Preparación estética del fallecido
- Centro de flores
- Acto de incineración o entierro
- Tasas administrativas por gestiones y certificados.
Lo más habitual es que a estos servicios haya que sumar alguno más como:
- Estancia en el tanatorio: velatorio 24 horas
- Corona de flores
- Sábana sudario
- Traslados necesarios con un máximo de 50 kilómetros
Las partidas esenciales de un entierro pueden verse aumentadas en función de los detalles, por ejemplo, los ataúdes pueden costar menos de mil euros, pero también mucho más dependiendo del diseño, el estilo o la calidad de la madera. La OCU –organización de consumidores- confirma que el precio medio del féretro asciende a 1.200 euros en España.
Detalles como las esquelas en la prensa, los recordatorios, servicios musicales… Son mucho más personales y por lo general, se incluyen en el apartado de opcionales porque no son necesarios ni a todas las personas le gustan o pueden incluirlos en este tipo de ceremonia. Sin embargo, son también gastos que suman en la cuenta final.
¿De qué depende el precio de un funeral?
Hay que diferenciar dos tipos de causas que hacen que un sepelio pueda costar menos de 1.000 euros o más de 3.000: condiciones objetivas y preferencias personales.
Condiciones objetivas: lugar
Hay un dato esencial en España para entender los precios dispares que pueden encontrarse en los precios de los entierros: hay una gran disparidad económica geográfica. ¿Qué significa? Detalles particulares, al margen, dos entierros idénticos pueden tener precios muy diferentes, dependiendo de dónde se celebren.
Los precios de los servicios funerarios no son homogéneos en España y presentan grandes diferencias entre comunidades autónomas, además diferentes tasas administrativas son de gestión municipal y tienen precios dispares en cada lugar.
La Comunidad de Madrid junto con las provincias de Sevilla o León encabezan la lista de las más caras para organizar un entierro; en el otro extremo, Bilbao, Alicante o Murcia están entre las más económicas. Las diferencias son bastante importantes, según datos de la OCU, el precio de un entierro básico en Murcia no supera los 100 euros, mientras que en Madrid para organizar un sepelio similar hay que asumir una factura superior a los 1.000 euros.
Detalles personales
Las preferencias del finado o de la familia para dar un último adiós a su ser querido junto con las elegidas como forma de entierro hacen que los presupuestos sean muy diferentes. Un entierro básico sin extras es más económico que uno que se decide amenizar con música o adornar con arreglos florales u otros detalles decorativos, por ejemplo.
El tipo de ataúd, la forma de sepultura –panteón familiar, nicho- o cremación tienen tarifas diferentes y van sumando o restando a la factura final. El uso del tanatorio también es una elección personal y tiene un coste significativo, las encuestas del sector confirman que el alquiler de la sala para el velatorio tiene un precio medio de 500 euros por día.
Las funerarias no dejan de implementar cada día nuevos servicios que responden a las necesidades de las personas que necesitan organizar un funeral. La personalización y los detalles son muy importantes en este trance, pero también hay que ser consciente de que son precisamente los detalles personales los que encarecen más un entierro. A continuación de desglosamos por partidas esenciales, los elementos que suman en un presupuesto mortuorio.
¿Qué es más caro en un entierro?
Ataúd
El ataúd es el elemento más caro dentro de los básicos que son necesarios para un funeral. Hay una gran oferta lo que permite poder ajustar el presupuesto, adaptándolo a las necesidades y preferencias de cada familia.
Las cajas funerarias son variadas en formas, diseños y colores, siendo fundamentalmente todas de madera, pero se pueden encontrar modelos en metal o vidrio. Los más actuales son los ataúdes ecológicos que se fabrican en mimbre o bambú. Es importante dirigirse a expertos que ofrezcan productos de calidad y homologados para este tipo de fabricación que debe contar con condiciones higiénicas y sanitarias mínimas marcadas por ley.
Hay que tener en cuenta que la caja es necesaria para el traslado del difunto con independencia del tipo de rito que se vaya a celebrar, es decir, no importa que se trate de un enterramiento tradicional o una cremación, el ataúd es imprescindible.
La gran mayoría de seguros de decesos con independencia de su grado de protección o precio cubren el ataúd y permiten a los familiares evitar la factura de este oneroso elemento, recibiendo además facilidad, consejo y asesoramiento para la elección del mismo. Es importante comprobar cuál es el gasto previsto para ello en la póliza para saber con qué presupuesto se cuenta.
Transporte y/o repatriación
Los gastos de repatriación o recuperación de un cadáver se convierten en el primer gran gasto y en el peor de los trámites que en muchos casos tiene que afrontar una familia que ha perdido un ser querido.
Los consumidores confirman que el coste económico de trasladar a un fallecido para poder enterrarlo, por ejemplo, en su pueblo o en su país de origen es muy elevado. En las encuestas del sector destacan el transporte, la repatriación y la gestión de papeles como los trámites más desagradables e incómodos que hay que afrontar en este tipo de escenarios.
Los seguros de decesos más esenciales incluyen traslados, pero suelen estar limitados al lugar de residencia o vienen determinados por un máximo de kilómetros, 50 en su mayoría. El problema más grave y costoso desde un punto de vista económico es en casos de repatriación o traslado a otros países. Son coberturas específicas que no están habitualmente en las pólizas no especializadas.
Lápida
Otro elemento esencial en todo entierro es la lápida que también debe elegirse, personalizarse y comprarse en todo entierro. Es un gasto variable que, según los datos del sector, tiene un precio que oscila entre los 500 y los 3.000 euros.
El tamaño de la lápida va en función de dónde vaya a colocarse: tumba, nicho o columbario. Para cada uno de ellos hay unas dimensiones homologadas que no permiten cambios, sin embargo, la familia si puede elegir otros detalles como el material, el tipo de decoración, modo de inscripción y estética. Estas características marcan las diferencias en el precio, por ejemplo, una lápida tradicional hecha en mármol es más cara que una de granito.
La lápida es una prestación cubierta e incluida en la gran mayoría de seguros de decesos porque es un elemento esencial. Los familiares tienen libertad para elegirla, pero cuentan con la ayuda, asesoramiento y acceso directo a una oferta completa sin tener que preocuparse por los precios. Dentro de las pólizas hay una partida de gasto concreta y definida para este fin.
Sepultura
Cuando una persona fallece, es necesario dar a su cuerpo sepultura. Actualmente en España se contemplan tres formas principales de sepultura y cada una de ellas tienen un precio diferente, pero en todos los casos importante y muy a tener en cuenta para saber cuánto cuesta un entierro porque es un procedimiento que no puede eliminarse.
Tumba
El entierro más tradicional es una tumba excavada en la tierra en la que se coloca el ataúd. Es un tipo de sepultura costosa económicamente, aunque es habitual que las familias tengan espacios en los cementerios ya comprados para ir enterrando juntos a abuelos, padres e hijos, por ejemplo.
Es una opción que sí suele incluirse en los seguros de decesos, aunque quizás con limitaciones y no siempre se permite la libre elección de cementerio.
Nicho
La falta de espacio especialmente en las grandes ciudades o pueblos hizo que surgieran los nichos que permiten un mayor aprovechamiento del espacio en los cementerios. En este tipo de sepultura la tumba está excavada en la piedra. Se trata de huecos construidos en una gran pared en la que se introduce la caja funeraria que se sella con la correspondiente lápida.
Es la forma de sepultura más usada actualmente, también la menos costosa –entre 300 y 700 euros- y la más sencilla. Por supuesto, es posible contratar un seguro de decesos que costee este tipo de sepulcro.
Columbario
Con la proliferación de las cremaciones, como alternativa al entierro tradicional, ha sido necesario diseñar y construir en los cementerios sepulturas específicas para depositar este tipo de restos mortales. Es una alternativa muy demandada y de las más ajustadas respecto a precio y disponibilidad. Las aseguradoras incluyen esta alternativa como prestación para sus clientes con lo que el coste para sus familiares es cero.
Las aseguradoras más versátiles y con productos más exclusivos y ajustados proponen seguros de decesos donde los principales gastos fúnebres quedan cubiertos, pudiendo elegir en cada caso la forma preferida de sepultura o la inclusión o no del pago de tumba en función de las necesidades del titular. Cuanto más se ajusta la póliza en cuanto a detalles y servicios, más es posible ajustar también la prima, sin restar eficacia y la máxima utilidad a este tipo de seguros.
¿Necesito un seguro para pagar un entierro?
No, no es necesario ni obligatorio tener contratado un seguro que page los gastos derivados del fallecimiento. Sin embargo, las ventajas de tenerlo son muy numerosas y explican que casi el 45 por ciento de los españoles tenga contratado uno de ellos, según datos del sector.
El seguro de decesos es tradicional entre las familias españolas y es un tipo de póliza que ha sabido crecer en prestaciones y actualizarse en servicios, de manera que actualmente es un seguro popular y de un uso mucho más frecuente de lo que cabe pensar.
La póliza de decesos tradicionalmente cubre tanto el entierro como la gran mayoría de trámites y gastos que se relacionan con una defunción, pero además en los últimos tiempos incorporan coberturas más cotidianas y de uso común a lo largo de toda la vida como protección jurídica o seguro de viaje, además de teleasistencia y asesoramiento no solo relacionada con el duelo.
El precio de un entierro no es más elevado, como norma general, porque no tengas seguro, pero siempre es más incómodo, doloroso, cansado y puede llegar a ser caro o generar problemas económicos, cuando es la familia la que tiene que hacer frente a todas las facturas diferentes que genera.
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